Con motivo de un nuevo aniversario de nuestra ciudad en el mes de junio,  la Comisión de Cultura hizo el lanzamiento de una actividad llamada HISTORIAS DE TARARIRAS. La idea fue invitar a personas mayores a escribir anécdotas e historias de tiempos pasados, con el objetivo de rescatar esa memoria y compartirlas con las generaciones más jóvenes. Estas HISTORIAS forman parte de nuestra cultura local, es por eso que queremos compartirlas ya que seguramente provocarán recuerdos y otras historias. Agradecemos a quienes participaron  haciendo posible esta actividad.


Mantelito por medio y esperando a mi padre, mamá inauguraba cada tarde la hora de empezar el mate. Con mis siete u ocho años niños no perdía oportunidad; esperaba que mamá dejara aquel mate y enseguidita lo seguía yo para tomar aquella agua tibia y lavada de la que solo me gustaba el sabor azucarado. Pronto lo dejaba porque a las cinco de la tarde se sentía el silbato que anunciaba la llegada del tren y así era que toda la gurisada de la cuadra iba rumbiando para la esquina formada por las calles San Luis y Manuel Oriba, porque de ahí, con precisión, se veía pasar aquella máquina azul y amarilla, inmensa, que corría sobre potentes vigas de hierro asentadas en pesados durmientes. Era un solo instante que entre silbidos y nubes de vapor se hacía eterno en la imaginación de cada uno de nosotros, porque en esas nubes descubríamos mil formas diferentes que nos hacían esperar con ilusión que el silbato sonara una y otra vez y así, cada tarde, “salir a mirar pasar el tren”, el mismo que un día dejó de pasar; el sol apenas tuvo tiempo para despedirse.

 

WASHINGTON GONZÁLEZ ARANDA